Teresa Azparren es una misionera navarra, nacida en Mendioroz (Valle de Lizoáin), que vive y desarolla su actividad en Uganda desde 1968. Actualmente reside en la ciudad de Lira, en el centro-norte de este país de recursos naturales infinitos e increíbles, pero ha pasado por muchos lugares y situaciones, habiendo sido incluso refugiada en tiempos de guerra.
Teresa Azparren
Hoy, una de sus preocupaciones es la introducción de semillas genéticamente modificadas en el país por parte de grandes empresas, ante las consecuencias que esto está teniendo para los pequeños agricultores de su zona:
¿Cuál es la situación actual de los cultivos transgénicos en el país?
Estamos en un periodo de reflexión y de constatación de lo que los transgénicos pueden dar de si.
La población de Uganda vive, en su mayor parte, de la agricultura. Es un país agraciado por lo que se refiere al clima y la tierra es fértil aunque si tiene también zonas semi-desérticas. Sus gentes son laboriosas y hay una gran preocupación por el tema de la educación, a la que se dedican muchos de los recursos económicos que tienen las familias.
Se trabaja para sobrevivir porque los instrumentos de trabajo para la labranza aún no están mecanizados, la mayoría usa la azada. Es por esto por lo que los cultivos que ofrecen posibilidades de recursos económicos tienen gancho.
Cultivos de boniato y maíz, Uganda.
¿Quién introduce las semillas y cuál es el interés que tienen en ello?
La entidad más conocida en mi zona es MUKWANO (http://www.mukwano.com/index.php) pero también hay otras que se definen como ONGs y que se esconden con pretensiones de hacer el bien y eliminar la pobreza. MUKWANO es una industria que la llevan unos indios de India y que llevan aquí muchos años.
En principio hacían jabón pero luego se han ido dedicando a otras cosas. Ellos introdujeron el GIRASOL transgénico, que aquí se da muy bien.
La gente vio que eso producía dinero y no se lo pensó más. Empezaron a cultivarlo y a los dos años se dieron cuenta que donde plantaban el girasol la tierra se empobrecía, morían especies como las abejas y no podían sembrar la semilla que recogían sino que tenían que volver a comprar la semilla manipulada.
El mismo que les vendía la semilla les compraba el producto. Solo que el les vendía el kilo de semillas a 16.000 chelines y les compraba el producto del campo a 1.000 chelines el kilo.
MUKWANO además del jabón ahora extrae aceite produce una gama de sillas de plástico. Del aceite también saca su partida.
Las semillas transgénicas más usadas son las del girasol pero también están las de maíz, arroz, café, plátanos y en árboles el pino.
¿Cuándo empezaron a introducirse este tipo de cultivos en el país?
Hace unos diez años.
¿Cuáles son las repercusiones observadas a corto plazo?
A corto plazo la tierra se está empobreciendo y han muerto algunas especies que daban también su contribución para la economía familiar. El resultado es empobrecimiento y más hambre.
¿Cuál es la actitud de la gente local?
La gente recibió con satisfacción y alegría en principio, pero ahora se están dando cuenta que la tierra no produce como antes y que el sabor de los transgénicos no es tan agradable como el de los productos originales de la tierra. Se están echando atrás, pero quien quiere ganar a toda costa se ha desplazado a otra zona donde aún la gente no sabe los efectos de los transgénicos y de momento solo ven el beneficio económico a corto plazo.
Mercado en un poblado de Uganda
¿Cual es la labor que estás realizando para concienciar a la población local?
Lo que me preocupa es en primer lugar abrir los ojos a la gente y ayudarles a pensar y calcular las cosas mirando al futuro.
Mi labor está dirigida a pequeños grupos con quien tengo la oportunidad de conversar los Domingos después de la oración de la comunidad que dirijo. Cada domingo voy a un sitio distinto y frecuentemente la conversación versa sobre temas cotidianos y entre ellos es el de la agricultura. Nos sentamos para comer, porque ellos me ofrecen la comida, y luego se habla y lo que yo intento ofrecer es en vista de una vida humana plena.
Ahora estoy recogiendo material para preparar un tema sobre la ecología. Tengo un programa en una radio local que se emite una vez a la semana y ahí se llega a mucha gente. Aquí la gente escucha mucho la radio y a través de ella se da mucha información. Aquí la gente escucha mucho la radio porque el periódico no llega a todas partes y no disponen de dinero para comprárselo todos los días. La radio en cambio todo el mundo puede comprársela y está encendida incluso cuando van al campo.
¿Como ves el futuro con respecto a este tema?
Para esto no tengo una respuesta clara. Se que los transgénicos hacen daño y aquí se ha empezado a hablar de productos orgánicos. Hay conocimientos de productos y métodos alternativos y espero que tengan suceso.
La dificultad principal está en la capacidad de pensar y encontrar caminos que ayuden y que, aunque sean más lentos, a la larga, serán beneficiosos.
La empresa no es fácil porque cambiar de mentalidad y de visión no es empresa de un día.
Llevo trabajando en África desde el 1968 y he visto cambios pero son muy lentos y solo se ven cosas relevantes en personas especiales que han logrado salir del común de la mentalidad.
Espero solo que el sentido común prevalezca sobre los valores económicos y las emergencias.
A veces digo a la gente que hay que planificar la vida no en razón de las emergencias sino sobre una visión de futuro sostenible.
Esto es mas fácil decirlo que hacerlo. Cuando la malaria te lleva al hospital y hay que vender lo que sea para pagar la medicina, que solo la encuentras en clínicas privadas o cuando las tasas escolares apremian y si no pagas el niño es expulsado y otras muchas cosas que requieren dinero líquido y que solo se obtiene con cultivos que se comercializan, la solución más rápida es cultivar lo que da dinero relativamente abundante y rápido.
(Mil gracias Teresa!).